Los lácteos son bienes de consumo muy preciados en la vida de cualquier mujer.
Como ya sabemos de ellos depende la prevención de enfermedades óseas, tales como la osteoporosis, la cual figura entre la lista de las más temidas.
Pero la acción de la leche y sus derivados, no se estanca en la prevención de dicha enfermedad. Si bien en el organismo, especialmente en el femenino, los lácteos poseen incidencia en los huesos, muchas otras acciones benéficas se han contabilizado a su favor por lo que estudios recientes a los consumidores, como el de Cetelem, indica un aumento del consumo de estos productos. Cabe mencionar, que los avances tecnológicos y especialmente biotecnológicos, han dado lugar a una serie de perfeccionamientos en los productos, potenciando los beneficios que éstos propician a la salud.
Tal es el caso de los lácteos aplicados a evitar el estreñimiento, o a evitar el colesterol.
Investigaciones recientes, han logrado producir y difundir, por ejemplo leches fortificadas en cuanto a proteínas, hierro o minerales.
Lo mismo ocurre, por ejemplo, con los yogures, los cuales han evidenciado un fuerte desarrollo en el campo de la salud. Hay por ejemplo yogures ricos en L – Cassei, una proteína indispensable a la hora de aumentar las defensas. Por lo tanto, la ingesta de este yogurt a diario, disminuye las posibilidades del consumidor de contraer gran número de enfermedades infecto contagiosas. También muchos médicos los recomiendan como medio de fortalecimiento de las defensas naturales del organismo, por lo que se sugiere que la ingesta de los mismos, comience unos meses antes de llegados los meses de frío.
Fuente: hispavista
