LOS FEMINICIDIOS DE CIUDAD JUÁREZ

 

 El estreno en España de la película “Ciudad del silencio» (premiada por Amnistía Internacional) ha puesto de actualidad el drama cotidiano que se vive desde hace más de diez años en Ciudad Juárez (México).

Desde 1993 alrededor de 400 mujeres (un promedio de dos al mes) han sido asesinadas y un número indeterminado permanecen desaparecidas. Las víctimas presentan características comunes. Todas eran chicas muy jóvenes (algunas de doce o catorce años), menudas, morenas y con el pelo largo. La mayoría eran obreras de las maquiladoras, fábricas donde mano de obra barata ensambla productos destinados a la exportación que empezaron a instalarse en Ciudad Juárez a partir de los años 60, como resultado del Programa de Industrialización de la Frontera Norte adoptado por el gobierno mexicano.

El crecimiento vertiginoso de la actividad maquiladora, acelerado por la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos, se convirtió en un fuerte imán que atrae a gran número de personas de otras partes del país en busca de trabajo o como primer paso antes de intentar en Estados Unidos. Esta población ha creado su propio espacio en la ciudad, lo que ha dado como resultado que el paisaje urbano de Ciudad Juárez presente grandes contrastes: En un extremo hay ciertos enclaves ricos, con todos los servicios, vías pavimentadas y zonas arboladas, y en el otro, zonas muy pobres y deterioradas, con caminos de tierra, desierto, pequeños caseríos rodeados de vertederos y calles anónimas sin ningún tipo de mobiliario urbano.Es de esos barrios pobres de donde procedían la mayoría de las víctimas.

Generalmente, fueron secuestradas mientras regresaban a casa del trabajo, retenidas en algún sitio durante días, violadas, mutiladas y estranguladas. Después, sus cuerpos fueron abandonados en alguno de los terrenos baldíos que abundan en Ciudad Juárez, o en zonas despobladas de los suburbios. Aunque últimamente, simplemente desaparecen.

Los crímenes, según los investigadores americanos enviados por el FBI, presentan los signos de uno o dos asesinos en serie. Se ha hablado también de la supuesta participación de narcotraficantes y otros elementos de crimen organizado, y de la posible intervención de personas que residen en Usa. También se han formulado teorías sobre motivaciones satánicas, pornográficas y tráfico de órganos. Las especulaciones se extienden, sobre todo, debido a la actitud de las autoridades, de las que se ha sospechado incluso que protegen a los responsables. No se mostrado interés por sistematizar la información ni por crear un registro de datos eficaz y la división entre las autoridades municipales, estatales y federales, es aprovechada por los partidos gobernantes para evitar su responsabilidad en las investigaciones.

 

En Ciudad Juárez siempre han pasado cosas muy raras. Es una ciudad fronteriza, situada al borde del Río Grande, justo enfrente de El Paso, Texas, y las inmediaciones del viejo puente internacional están dedicadas al juego, sexo y alcohol. Quizás por eso, en un primer momento las autoridades trataron de quitar importancia al problema y siguieron un política de inacción (Francisco Barrio Terrazas, entonces gobernador del estado, declaró que esos asesinatos no tenían nada de sorprendente porque las víctimas se paseaban por lugares oscuros y llevaban minifalda u otras ropas provocativas).Han sido los propios los familiares de las víctimas, organizados en asociaciones como Nuestras hijas de regreso a casa, los que han conseguido que el mundo conozca estos casos.

La presión de la opinión pública internacional ha hecho que las autoridades hayan empezado a reaccionar y a cada nuevo caso, las autorices locales anuncian «el fin del problema» con la detención de uno o varios presuntos responsables. Sin embargo, las irregularidades también pasan por la falsificación de pruebas y el presunto uso de la tortura para obtener información o confesiones de culpabilidad. Además, los abogados y parientes de los detenidos, e incluso periodistas y otros investigadores de los hechos, reciben frecuentemente amenazas y presiones para que abandonen la ciudad. Y a fecha de hoy, los crímenes continúan. Quizá ahora mismo están matando a otra mujer.

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