No hay nada más reconfortable que ver como un bebé se desarrolla y comienza a dar sus primeros pasos.
Parece como si él mismo ya sintiera sus propios “aires de libertad”, su desafío a la vida y al equilibrio del propio cuerpo.
Cuando observamos que nuestro bebé comienza esta bonita etapa, comenzamos a llamarle y abrirle los brazos para que tome su propia decisión de lanzarse hasta nosotros, que tome confianza en sí mismo y de sus primeros pasos él solito.
La edad para realizar sus primeros pasos no es concreta, normalmente suele oscilar entre los nueve y trece meses de edad, si esta etapa se prolonga hasta los dieciocho meses se convierte en preocupante y hay que acudir al pediatra. El empezar a caminar depende de su físico, peso, estatura, estimulación y en general de su entorno.
Una cosa muy fundamental es el control y la seguridad por parte de los padres, una caída puede atrasar su proceso.
Enchufes, esquinas, objetos puntiagudos, esquinas… son totalmente un peligro para él, lo más recomendable son los sitios con amplitud.
Está claro que las caídas son inevitables, debemos tener cuidado con nuestras reacciones para no asustarle, si esto ocurre, le podemos calmar y consolar, pero nunca protegerlo, sin todo lo contrario, volver a darle ánimo para comenzar de nuevo, pues a la vez que se aprende la seguridad, también se aprende el miedo y el susto, por ello hay que felicitarlo y devolverle el ánimo que hasta ahora había conseguido.
Fuente: guía infantil
