Si hablamos de los beneficios que las setas aportan a la salud, debemos destacar necesariamente la gran cantidad de vitaminas del grupo B que contienen, además de ser una magnífica fuente de fibra y de minerales.
Las vitaminas del grupo B más importantes que forman parte de la composición de las setas son la riboflavina y la niacina. La primera mantiene la salud del cabello y de las uñas, la segunda es de gran ayuda para aumentar las defensas del cuerpo y es básica para el cuidado de la vista y del sistema nervioso.
Sus características minerales convierten las setas en alimentos muy indicados para niños y mujeres embarazadas, especialmente en fósforo que aportan, un mineral con una importante función mineralizadora de las estructuras óseas y básicas en el proceso de obtener energía. Las setas también contienen yodo, que favorece los procesos de crecimiento y es imprescindible para el correcto funcionamiento de la tiroides y, por tanto, para prevenir el bocio, y potasio, que ayuda a reducir la retención de líquidos y es el contrapunto ideal para el sodio. Pero, de entre todos, el mineral más destacable de las setas es el selenio, un importante antioxidante que previene la degeneración de las células, elimina del organismo metales pesados, muy presentes en personas fumadoras y residentes en zonas con altos niveles de contaminación ambiental.
Por su ligereza, bajo aporte calórico (20 calorías por cada 100 gramos) y alto contenido en agua (entre un 80 y un 90%), las setas son también un alimento muy adecuado para todos aquellos que quieran seguir una dieta de adelgazamiento. En este punto, la fibra de las setas también es de gran utilidad, ya que aporta sensación de saciedad, favorece el tránsito intestinal y la absorción de toxinas y colesterol.
Fuente: de tu salud
