Me voy de boda, mi sobrina la mayor se casa.
El caso es que yo nunca me he maquillado, porque nunca me ha gustado pintarme la cara y porque tampoco nunca lo he necesitado.
Con un pintalabios, una raya en los ojos y un poco de colorete conseguía muy buenos resultados y no me molesté nunca en averiguar sobre maquillajes, sombras, pinceles y cosas por el estilo.
Pero el tiempo ha pasado y los buenos resultados que obtenía con mis exiguos elementos ya no me dan el resultado que me gusta.
¡Ah si que!, ahora me he puesto a ver maquillajes, sombras, pinceles y todos esos elementos que a las muchachas desde su adolescencia les son tan naturales y que forman parte de su neceser.
Algunas os quedaréis asombradas pero, no a todas las mujeres nos gusta el maquillaje y su esclavitud, de hecho cada vez veo a más mujeres con la cara limpia y los maquillajes de ahora son tan naturales que no se aprecia que van pintadas.
Como nunca me había dedicado a esta tarea, no sabía cuales eran todas las cosas que necesitaba, pero tengo una hermana que me ha asesorado.
Ayer por la mañana me fui de compras, y aunque me costó, logre después de mucho mirar marcas, colores y precios comprar el maquillaje, los polvos, las sombras, la máscara de pestañas, las toallitas desmaquilladoras, los pinceles y las esponjitas para dar el maquillaje. ¡Vamos un pastón!
Ahora lo que me toca es aprender a darme todo eso en la cara para que no parezca un payaso, pero para eso está mi queridísima hermana.
¡Por cierto!, de todo lo que compré lo que me ha parecido un robo es el pincel para extender los polvos, me han pedido 20 y 25 €, porque una brocha para el afeitado de pelo de tejón, que viene a tener la misma forma cuesta 3 € y sirve para lo mismo.
