“No abras los ojos «no tiene la constante inmediatez visual de su predecesora, no busca tanto el impacto al final de cada capítulo, aunque sabe mantener la intriga a lo largo de las páginas. Por el contrario, se nota que Verdon se siente más a gusto en el medio escrito, que tiene ahora más experiencia. Y en esta novela da un paso mucho más allá en el desarrollo de los personajes y las situaciones.
Este nuevo thriller sigue jugando con pistas erróneas, con el que los lectores asumimos como ciertas determinadas cosas, y con los giros en el curso de la resolución del caso. Pero en lo que supone un paso adelante respecto a » Sé lo que estás pensando «aquí Verdon expande el número de personajes, caracteres, situaciones y la complejidad en la trama que toca temas espinosos como los abusos sexuales, la validez de la psicología, las adiciones, las rivalidades profesionales, los problemas de comunicación en el seno de la familia o la egolatría del poder.
Así con todo, Verdon sabe atraparnos de nuevo con un libro intrigante, una resolución bien planteada y unos personajes más ricos que posiblemente seguirán poblando su bibliografía en el futuro.
Fuente: papel en blanco
