¿A quién no le gusta salir de vez en cuando de casa y poder disfrutar de unos días de descanso en la playa, en la montaña, o visitando obras de arte y monumentos históricos?
Son infinitas las ofertas que existen para contratar un viaje. Las agencias nos bombardean continuamente con publicidad, que exhibe lo que según ellos serán las mejores vacaciones de tu vida. París, Nueva York, Cuba, Londres, y por supuesto, Punta Cana. Todos forman parte de los destinos más solicitados y, claro está, de los más caros.
Ciertamente me sorprende lo mucho que promociona este tipo de turismo, que debe ser algo sublime, no lo niego, pero tampoco ignoro que lo primero que deberían favorecer son los destinos nacionales.
Existen unos puntos en España que deberían ser asignatura obligatoria para todos los turistas. Como ejemplo puedo mencionar Asturias, el Valle de Arán, Benasque (Pirineos), como puntos a destacar del norte. Roquetas de Mar, Fuengirola, Ronda o Granada como los principales a acentuar en el sur.
Con esto no pretendo desmerecer a otros países, pero sabiendo lo que tenemos aquí, ¿por qué la gente se empeña en salir al extranjero?
Comida suculenta, paisajes embriagadores, gente que te abre su corazón, podrás disfrutar de todo esto y mucho más por unos precios en ocasiones escandalosamente moderados.
Montarse en el coche al más puro estilo sesentero y recorrer España va a ser la opción más beneficiosa en muchos sentidos. Al menos, es lo que yo pienso hacer sin dudarlo.
Fuente: el mundo
