Cuando estuve en Ibiza, en las paredes de una cafetería, encontré estos azulejos hechos a base de trozos de otros azulejos, espejos y hasta botones.
Llevaba un tiempo pensando en realizar una composición a base de trozos de espejos o de restos de cerámica, pero no me centraba lo suficiente y no se me ocurrían nada más que tonterías, y ¡mira por donde apareció ante mis narices!.
La idea me ha parecido tan buena que no podía dejar de traerla.
Un modo de variar las aburridas paredes de azulejos blancos.
Fuente: opendeco