Autor: Roserg
El IPC ha subido un 3,6% en lo que llevamos de año, el peor dato desde 2006. Pero, ¿corresponde la subida de los precios con el incremento de sueldo efectuado?
El IPC va subiendo cada día más. Hoy estamos cerca del 4%, dato bastante perjudicial para la economía española. Pero la cosa es bastante peor. En el último mes, podemos hacer una lista con todos los productos que se han encarecido: la leche en un año ha sufrido un aumento del 24%, las bebidas no alcohólicas un 5,5%, las alcohólicas un 6,6%, la hostelería un 4,8%, la enseñanza un 4,5%, la vivienda un 4,%, el pollo un 14,3%, el pan un 13,4% y los huevos un 9%. Por no hablar de los carburantes y combustibles que llegaran hasta un 8,4%. La mayoría de estas subidas han sido de productos denominados de «primera necesidad». El Ministro de Economía Pedro Solbes, atribuye estas subidas al encarecimiento del petróleo, y que las subidas en el mercado agrícola han sido atípicas, así que como la economía española es flexible, todo volverá a su cauce en pocos meses.
Pero nadie se acordará de aquí unos meses, que aunque subieron los productos, nunca llegaron a subir los sueldos. Lo que necesitábamos hace un año en remuneración para poder hacer frente a todos los pagos, se ha multiplicado, y tenemos que añadir 350 euros más a nuestra compra mensual. Los sueldos no han subido en esa cuantía, ni lo harán, porque lo máximo que podrán subir será entre un 2 – 4% a principios del año 2008, cuando la patronal aplica el incremento de salario debido a la inflación, que nunca concuerda con la realidad. Así, que si antes estábamos mal, ahora estamos peor. A la gente de a pie, por mucho que cueste decirlo, no le interesa la economía en general, le interesa que puedan llegar a fin de mes, sin tener que añadir otro préstamo a la hipoteca, sin tener que tirar de tarjeta de crédito sin saldo. Sólo interesa que pueda haber pan en la mesa, colegio para los niños y ropa que no se descosa para vestirse, y que ningún banco se pueda quedar con su casa después de haber puesto ilusión, empeño y haber renunciado a tiempo libre por hacer más horas extras para poder tener una vivienda digna.
Añadir que falta poco para Navidad. También volverán a aumentar los precios, quieran o no, porque es el mes del consumo sin mirar cuánto, ni cuándo. Sólo pretendemos vivir en felicidad durante las Fiestas, con un buen cordero en la mesa. Aunque este año muchos tendrán que conformarse con una sopa. Esperemos que el Gobierno se de cuenta de esta situación.
Roser Garcia
Miércoles, 14 de noviembre de 2007
