Los gitanos llegaron a Europa a comienzos del siglo XV, convirtiéndose en una raza perseguida, discriminada, con injusticias sociales y actos racistas.
A pesar de las dificultades de integración que sufrieron a lo largo de los siglos, los gitanos luchan todavía con el fin de conseguir la plena integración en la sociedad.
Esta raza tiene una cultura en que la situación de la mujer está destinada a vivir en una inmersa cultura patriarcal, en donde los hombres persisten ante todo, en donde el derecho de protección está demasiado cubierto sobre el sexo femenino, llegando momentos en que llegan a sufrir un total complejo.
Son pocas las mujeres de raza gitana que luchan por su educación e independencia. Sus costumbres las obligan a casarse muy jóvenes y a dedicarse plenamente a la familia. Generalmente asume las responsabilidades del hogar y el cuidado de sus familiares entre los 12 y 16 años, sin embargo, este pensamiento ha cambiado en los últimos años aumentando la edad a la que se une a su pareja y utiliza más la planificación familiar. Pero a pesar de estos avances, sigue discriminada como gitana y como mujer.
Las instituciones de asistencias sociales nos informan que cada vez son más las iniciativas para conseguir la aceptación e inclusión de la comunidad gitana a través de los valores de educación que estos organismos les prestan como puede ser a través de talleres de alfabetización, planificaciones de familia, talleres escuela… los servicios sociales trabajan para ello y su función no es apartarlos de su cultura, sino adaptarles a la sociedad actual con sus mismas creencias pero revaloradas.
La sociedad debe respetar sus costumbres, su tradición, sus valores… este sería un gran paso, al igual que saber convivir con su cultura característica.
No consta solamente que ellos se adapten, sino que sientan aceptados por el resto de la sociedad.
Fuente: mujeres romi
Fuente de la noticia: Las mujeres gitanas