Los girasoles ciegos: la película

Los girasoles ciegos: la película 1Dirigida por José Luis Cuerda y protagonizada por Maribel Verdú, Javier Cámara y Raúl Arévalo, «Los girasoles ciegos» narra el drama que viven varios personajes amenazados por la represión de los primeros momentos de la dictadura franquista.

Elena (Maribel Verdú) está casada con Ricardo (Javier Cámara), que vive escondido debido a la persecución ideológica a la que se ve sometido el país. Pero sus problemas no acaban ahí, Salvador (Raúl Arévalo), es un diácono con dudas sobre su vocación obsesionado con Elena, a quien él cree viuda.

Cada vez que Elena echa el cerrojo de la puerta de su casa deja fuera el miedo e intenta vivir su vida, interrumpida a cada nuevo timbrazo. Al mismo tiempo que sortea los rigores de la posguerra, Elena levanta junto a su hijo Lorenzo una fachada de apariencias para ocultar la verdad sobre su familia: su hija Elenita se ha fugado con su novio Lalo, un joven que lleva meses en las listas de la policía.

Cuerda aseguró no haberse sentido nunca antes igual en un rodaje. Explicó que los actores le dieron total libertad: «No me callé nada con ellos y espero que ellos tampoco lo hicieran»

Sobre la película, en la que coparticipó con Rafael Azcona —fallecido el pasado 24 de marzo— en el guión, dijo que no enfrenta el bien y el mal, porque todos los personajes tienen un momento de bondad o sabiduría, «pero sí trata de las normas y costumbres que hacen que el mal quede impune y amparado por la ley, las costumbres y la iglesia», agregó.

 «Con Rafael Azcona, tanto escribir guiones como pasar una tarde o comer, resultaba siempre fácil porque era una persona encantadora, de una bondad y de una inteligencia infinitas. No creo que haya nadie en el mundo que sepa más de escribir guiones que Rafael».

En cuanto a los escenarios, la ciudad cumplía todos los requisitos: «el contraste entre la solidez exterior y la fragilidad de las historias del interior». Centrados en el casco histórico, los monasterios de Oseira, Montederramo y San Clodio, y el bosque de A Peroxa,  «la piedra aportó claroscuros y una superficie dura al ambiente». También se refirió a detalles técnicos y agradeció al director de fotografía que le permitiese trabajar con dos cámaras a la vez, «a pesar de que eso complica la iluminación, pero compensa porque facilita mucho el montaje y permite aprovechar toda la expresividad del mejor momento de los protagonistas», subrayó.Los girasoles ciegos: la película 2

Tampoco se olvidó de todos los que participaron junto a él en este proyecto y, en concreto, mencionó a Maribel Verdú, de la que dijo que es «la mejor actriz del mundo» y que así se está reconociendo. En general, del reparto apuntó que son «personas maravillosas y actores óptimos».

Hace días que terminé el libro y tenía curiosidad por saber si estaría bien adaptado. La película sólo abarca un relato de los cuatro del libro, el último y parte del segundo. La fuerza que tiene este segundo relato no está reflejada en la película. Con lo cual, según mi opinión, sobran escenas de éste. Sólo dos momentos, harían falta para comprender el desenlace final: la despedida de la hija y la noticia en la prensa para conservar la unidad de la trama principal.

Estos dos detalles bastarían para, como hace el autor del libro, Alberto Méndez, enlazar un relato con otro de forma casi imperceptible, pero que al terminar el libro el resultado es una obra completa.

El hecho de que los guionistas hayan decidido mostrarla así, tiene seguro sus exigencias, sin embargo, he querido manifestar mi opinión porque es de las películas que, estando basadas en un libro, es conveniente leer éste después para completarla y, necesario, para conocer al autor y admirar su forma de narrar.

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