Cuanto de verdad tiene este dicho que sobre todo sufrimos las mujeres: depilación, manicura, pedicura, limpiezas de cutis… y en muchas ocasiones también sufrimos incluso con los estilismos que elegimos, y sino me creen, que levante la mano quien no se haya puesto nunca unos zapatos preciosos pero que a la hora de llevarlos puestos estaba deseando volver a casa y ponerse unas calentitas y cómodas zapatillas.
Este pensamiento de que para lucir hay que sufrir me ha venido a la cabeza en cuanto he abierto la bandeja de correos y he visto el newsletter de la tienda Topshop y me he enamorado de los pantalones que luce la modelo de la foto que ilustra este post, unos monísimos jeans de pitillo con unas aberturas formando lazitos en las piernas.
¿A quién se le ocurre diseñar un pantalón de invierno con agujeros? A alguien que tiene en mente el dicho «para lucir hay que sufrir» o que no le importa que las mujeres pasemos frío durante el helado invierno, aunque las «tontas» seríamos nosotras por elegir prendas que aunque son muy bonitas, originales y divertidas nos hacen pasar un mal rato… ¡aunque estemos monísimas!
La clave está en qué elegimos a la hora de vestirnos: comodidad o belleza, está claro que lo mejor sería vestirnos cumpliendo estas dos máximas, en muchas ocasiones imposibles de aunar, pero todas sabemos que con el paso de los años nos inclinamos más hacia la comodidad y si la experiencia es un grado… ¿por qué perder el tiempo y no elegir comodidad cuanto antes?
