Ángela Bustillo, de veintidós años, fue elegida Miss Cantabria y pocos días después perdió su título por ser madre.
Pues sí, la condición de mujer influye también en los certámenes de belleza.
Estemos o no de acuerdo con este tipo de concursos, el hecho es que hasta en aquéllos en los que las concursantes son exclusivamente mujeres, hay una discriminación respecto a los mismos concursos entre hombres. Parece ser que las bases exigen no tener descendencia ni estar en estado de gestación. Esto, en mi opinión, puede chocar; pero podría ser válido, ya que las bases en estos concursos las establecen los organizadores y pueden ponerlas como las consideren convenientes siempre que se no sean contrarias a la ley, la moral y las buenas costumbres. Por ejemplo, en algunos certámenes literarios se fija una edad máxima, nacionalidad, etc…
Lo que sí me parece inaudito es que se diga que rige lo mismo para los varones, pues al mismo tiempo determinan esas bases que «no les supone cambios físicos sustanciales que impidan el desempeño de las funciones habituales de una miss o un míster, tales como viajes, pasarelas o desfiles». Ya sabrán ellas si pueden hacerlo o no, igual que los hombres, o ¿se supone que ellos se desentienden de los hijos?
Ángela Bustillo acudirá a los Tribunales. Esperemos que éstos contribuyan con una sentencia a erradicar la marginación y discriminación de la mujer en otra esfera más.
