Autor: Laurap
¡Los políticos saben escribir! ah, no, que sólo dictan… o ¿lo escribió ella? Bueno, el caso es que entre otras cosas, en el libro alude a que tiene «determinada» dificultad para pagar la hipoteca.
Yo iba en el tren, ese día sin retraso, por suerte, y leí en el periódico esta noticia. Me debió arder algo por dentro, porque creo que salía incluso humo de mis manos. Yo cobro 1.082 euros al mes, y pago una hipoteca de 1.060 euros. (Y la pago, increíble. Aunque si me vuelve a subir de nuevo, iré y le daré a mi director del bbva las llaves de mi casa, «sírvete, que yo no doy para más») Esperanza Aguirre tiene un sueldo anual que ronda los ochenta y pico mil euros, el mío ronda los doce mil, y vivo en un cuarto sin ascensor. Se me escapa el tiempo entre los dedos, y las palabras se me vienen lanzadas, con ira incluida. ¿Cabe que diga algo más? Igualmente con los escándalos urbanísticos (y de lo que no nos enteraremos, claro), con las comisiones que sacan los políticos, más su vergonzoso sueldo declarado, ¿no pueden pagar la hipoteca? No me lo puedo explicar. Tienen la desfachatez de decirnos en nuestra cara que apenas suben los sueldos desde 1.997, y una persona que gana 80.000 euros al año, o más, decide unirse a la clase obrera que va en tren y llega tarde, en su lucha contra la burbuja inmobiliaria.
«No es suficiente la degollación de los ricos: siempre aparecerá un heredero, y aún cuándo se suprima la herencia, no podrá evitarse que los despojados conspiren para recobrarla. Hay que hacer imposible el orden anterior, y eso sólo se consigue destruyendo la riqueza.» Esperpento, Valle Inclán 1920.
