En 1988 se produjo el ingreso de la primera mujer en la Fuerzas Armadas, hoy en día es comandante del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos del Ministerio de Defensa.
España cambiaba así uno de los sistemas organizativo más tradicionales de su estructura, el Ejército.
El mundo occidental había funcionado hasta entonces asignando dos papeles a los sexos: guerrero al hombre y madre a la mujer, aunque Francia nos llevaba la delantera, admitiendo a sus mujeres en la Segunda Guerra Mundial y Gran Bretaña en 1941.
En Holanda, las mujeres tienen prohibido servir en submarinos y en Estados Unidos tomar parte en cualquier combate, sin embargo en España las mujeres militares no tienen ninguna frontera, pueden acceder a cualquier unidad.
Después de 23 años de este suceso llamado Ejército mixto, las mujeres españolas manejan helicópteros, tanques, aviones, son legionarias, asesoras jurídicas militares, incluso han patrullado en la Irak.
España se ha convertido en el país de la OTAN más destacado en la incorporación del sexo femenino.
El rango más alto al que ha llegado una mujer en el ejército español ha sido a teniente coronel y
Sobre el 2016 se conocerá a la primera general.
Según sus propios testimonios no quieren ni oír hablar de privilegios, no aceptarían ninguna ventaja, les parece algo indigno, pues no están dispuestas a pensar que sus ascensos se deben a su condición de mujer.
Una de las preguntas con más incertidumbre son las de si las infraestructuras y alojamientos en determinadas unidades en donde hay limitaciones extremas de espacio, como los buques, o unidades operativas como las de montaña están preparadas para esta adaptación y por supuesto esto está más que superado, pues cuentan verdaderamente con lugares propios.
Fuente: uv