Muchas son las mujeres que han marcado la historia, algo que a veces no suponemos lo complicado y duro que tuvo que ser para ellas, en una época en las que lo femenino era
tabú, e incluso podíamos decir, que pecado simplemente en pensar en ello.
Desde la época prehistórica, la mujer, simplemente por diferenciarse en su musculatura, delicadeza o el don de procrear, siempre se dedicó a las tareas más delicadas, como podían ser: las del hogar, el cuidado de sus hijos, e incluso a la sumisión del hombre. Las tareas de la caza, la lucha, la defensa, por naturaleza eran destinadas al sexo masculino.
Sin embargo, el desarrollo de la sociedad, hizo que fueran encontrando lugares que el hombre ocupaba, y que por lo tanto, ellos no aceptaban por ser sustituidos.
En consecuencia, dieron a demostrar, que las tareas delicadas eran más difíciles de sustituir que las de fuerza. Y así, simplemente por naturaleza, las mujeres fueron adoptando las aptitudes de la caza, la lucha, e incluso la defensa.
Estos hechos han ocurrido en todas y cada una de las épocas, en las que la sociedad iba adaptándose a la vida, y apareciendo mujeres, que en todas y cada una de las etapas de la historia, sufrieron el rechazo de la sociedad, e incluso las de su propio sexo.
Ejemplos de este hecho, podemos citar a mujeres como: Cleopatra (69-30 a. C.), Juana de Arco (1412-1431), Sta. Teresa de Jesús (1510-1582), Marie Cury (1867-1934), Sta. Teresa de Jesús (1510-1582), Rosalía de Castro (1887-1885), Dolores Ibárruri “La pasionaria” (1895-1989)….
Tantas y tantas que les invito a analizarlas y juzgarlas, analizando, por supuesto, los diferentes pensamientos de la época.
Fuente: yo mujer
