La vitamina C (ácido ascórbico) es extremadamente beneficiosa para nuestra piel, ya que la ilumina, potencia la producción de colágeno, desvanece la hiperpigmentación y, especialmente en verano, combate los daños causados por el sol y minimiza las toxinas ambientales. Además, ayuda a curar quemaduras, reduce el enrojecimiento y previene las líneas finas y arrugas.
Es esencial que todos, independientemente de la edad, aumentemos nuestro consumo de vitamina C y utilicemos productos cosméticos que la contengan, ya que los niveles naturales de esta molécula disminuyen con el tiempo, lo que resulta en una reducción del colágeno. La vitamina C es clave para lograr un cutis más brillante, firme y saludable, y es imprescindible en cualquier rutina de belleza facial y corporal.
Durante los meses de verano, su importancia se duplica debido a su capacidad para proteger contra el daño causado por la exposición prolongada al sol, que puede provocar manchas, irritación y daño celular. “La vitamina C es sumamente importante, funciona como un antioxidante contra los rayos UV en combinación con la vitamina E y un buen protector solar de amplio espectro. Esto nos ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro, incluyendo líneas finas, flacidez, arrugas y manchas. Además, es muy hidratante, ya que el ácido ascórbico retiene el agua en la epidermis, evitando que se evapore y que la piel se vuelva tirante y seca”, comenta Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics.
El uso de productos cosméticos con vitamina C asegura que esta llegue efectivamente a la piel, algo que no siempre se logra solo a través de la alimentación. “Para obtener los mejores resultados en la piel, debe aplicarse por vía tópica, permitiendo que sus nutrientes sean transportados directamente a través del torrente sanguíneo. La vitamina C se encuentra en diversas formas en cremas hidratantes, serums, lociones y exfoliantes”, añade Elena García Garrido, CEO fundadora de la firma extremeña de cosmética natural Goji Mediterránea. Todos sus productos están elaborados con bayas de Goji cultivadas en el Valle del Jerte, un fruto con un alto contenido de vitamina C.
