Cultura

Berthe Morisot, primera impresionista

Berthe Morisot (Bourges, 1841-París, 1895) fue una de las fundadoras del grupo independiente Sociedad Anónima (cooperativa) de Artistas -pintores, escultores, grabadores- que dió lugar al Movimiento Impresionista; y la única (junto con Camille Pissarro) que tuvo cuadros en todas las exposiciones impresionistas originales. Sin embargo, al igual que Mary Cassatt, Eva Gonzalès o Marie Bracquemont, Morisot fue relegada a la categoría

«Casi la luna», de Alice Sebold

Tras el éxito arrollador de “Desde mi cielo” (libro que Peter Jackson está ya adaptando al cine), uno esperaría que Sebold siguiera sus propios pasos, en un cómodo dejà vû que contentara a sus muchos seguidores. Sin embargo, aquel libro –pese a su desarmante optimismo- ya dejaba claro que la autora no es amiga de caminos trillados.Su segunda novela podría

La polilla y la herrumbre, de Mary Cholmondeley

Esta desconocida autora británica del siglo XIX fue admirada por autores como Mark Twain, Virginia Woolf y Henry James. Y, sin embargo, no ha llegado al gran público ni ha sido editada en nuestro país hasta ahora. De ello se encarga la editorial Periférica, empeñada en rescatar clásicos desconocidos.Como las protagonistas son mujeres –una le hace un favor a otra

LAS BRUJAS DE SALEM

Autor: gloria
Fecha: 15 Sep 2007
Los habitantes de Salem (hoy llamada Danvers), una pequeña población a 25 kms. de Boston, de religión mayoritariamente puritana, creían en la existencia del Diablo, los demonios y las brujas tanto como en la de Dios, los ángeles y los santos, y estaban convencidos de que las fuerzas del mal se hallaban presentes en la tierra y perseguían la destrucción del estado puritano. Además, estaban sometidos a una gran presión: Habían sufrido una mortal epidemia de viruela, temían un ataque de las tribus indias –en pie de guerra en la región- y se disputaban entre sí las tierras más protegidas y fértiles a raíz de un crecimiento demográfico que estaba reduciendo los patrimonios familiares.

Para colmo, la población se hallaba dividida a causa de la ambición personal del reverendo Samuel Parris, un clérigo llegado a Salem Village a finales de 1689 procedente de Boston donde, un año antes (1688), se había producido otro espectacular caso de brujería que difundió los síntomas que podían revestir las posesiones diabólicas. Dos años después, pretendió convertirse en el párroco titular de la aldea (lo que incrementaría su sueldo), por lo que algunos feligreses dejaron de contribuir a su manutención, mientras que otros, encantados con su rigidez puritana, le apoyaban vivamente.

Fueron precisamente su hija y su sobrina, Bety y Abigail, dos niñas de 9 y 11 años, las primeras en presentar los síntomas de histeria que después se extendieron como una mancha de aceite y llegaron a afectar hasta a 15 muchachas. Como detrás de toda brujería tenía que haber una bruja, las niñas acusaron en un primer momento a una esclava caribeña del reverendo Parris llamada Tituba que, para entretenerlas, leía en las claras de huevo para ver quién sería su futuro marido. Fue detenida, encarcelada y torturada y no tardó en admitir su culpa (lo que la libró de la horca). A continuación las niñas acusaron a Sarah Good y Sarah Osborne, dos mujeres pobres y de mal carácter, que nunca iban a la iglesia, que también fueron arrestadas e interrogadas.

Durante la primavera, las niñas no dejaron de denunciar a vecinos. Se trataba generalmente de gente indefensa o que despertaba antipatía en el resto de la comunidad. Sin embargo, con el correr de las semanas a esta clase de víctimas se sumaron otras. Desde simples niñas (como Dorothy, la hija de Sarah Good, de apenas cuatro años) a personas de reputación intachable (incluyendo a clérigos o a descendientes de los “padres peregrinos” del Mayflower), aunque en éstas se podía reconocer un denominador común: sus conflictos con las acusadoras o con sus familias, todas ellas pertenecientes al circulo de influencia del reverendo Parris.

Ante el escándalo provocado por el aumento del número de encarcelados (que llegaron a rozar los dos centenares), el prestigio cívico de muchos de ellos y las contradicciones entre las jóvenes denunciantes, el gobernador de Massachussetts instituyó un tribunal especial compuesto por siete jueces que aceptó como pruebas las llamadas “evidencias espectrales”, es decir, la convicción de que los acusados,gracias a un pacto con el Diablo, actuaban contra las niñas a través de sus espíritus aunque se encontraran a Kms de distancia.

Este y otros defectos judiciales condujeron a un terrible resultado: Se ejecutó en la horca a 14 mujeres y 6 hombres, sin contar a los que murieron en la cárcel, entre ellos la pequeña Dorothy Good o Giles Corey, un viejo granjero que se negó a confesar hechicerías pese al tormento, por lo que el tribunal ordenó aplicar al anciano una “pena dura y fuerte”: Se le colocaron piedras cada vez más pesadas sobre el pecho durante dos días hasta que murió literalmente aplastado.

Al final se impuso el sentido común. En el otoño de ese nefasto año, el gobernador de Massachussetts decretó que las evidencias espectrales no podían aceptarse como prueba, disolvió la corte local y mandó liberar a buena parte de los procesados. También nombró un tribunal superior que para comienzos de 1693 había excarcelado al resto de los imputados, acabando así con la caza de brujas.

Sin embargo, pasaron décadas y incluso siglos antes de que pudieran repararse algunos de los daños causados. Aunque algunos presos salvaron la vida, perdieron sus propiedades y las cantidades que se les abonaron como compensación material y moral fueron irrisorias. De hecho, hubo que esperar hasta el año 2001 para que los descendientes de seis ajusticiados obtuvieran una disculpa en toda regla por parte de las autoridades de Massachussets.

Algunos historiadores atribuyen esta histeria colectiva al consumo de centeno enmohecido (que tiene efectos similares al LSD), a secuelas mentales de la viruela o que las niñas poseídas padecían el síndrome de Huntington (un desorden neurológico que se ha detectado por ADN entre los puritanos de la época), aunque lo mas probable es que se tratara de un cóctel fatal de intereses creados, injusticias sociales, incertidumbre política e intolerancia religiosa, tal vez acompañado por los problemas clínicos o psicológicos de algunos.

En todo caso, el episodio da pie, en la lectura hecha por Miller, a una reflexión sobre la justicia y la condición humana: Hacia el final de la obra te das cuenta de que el tribunal es el único que cree que el Diablo ha puesto el pie en el pueblo; los demás siguen la corriente por avaricia, envidia, odio o, simplemente, por temor a ser los siquientes de la lista…

Diana Krall

Considerada una de las cantantes de jazz de más prestigio internacional, Diana Krall (Nanaimo, Columbia Británica, Canada, 1964) nació en una familia de musicos y desde muy pequeña (cuatro años) empezó a tomar clases de piano.  En el instituto ya formaba parte de un grupo de Jazz y a los quince años tocaba el piano tres noches a la semana

Rimas contra la violencia de género

Hoy, 12 de septiembre, a las 20 horas, como acto de presentación del cuarto Encuentro Hipnótik, un festival multidisciplinario dedicado íntegramente a la cultura Hip Hop (incluye break dance, música deejey, rap y graffiti, las cuatro formas principales de expresión del Hip Hop) que se celebra este fin de semana en Barcelona organizado por el Centro de Cultura Contempóranea de

Nancy Spero: Disidanzas

Hasta el 28 de septiembre se puede visitar en el Museo d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA) la exposición Disidanzas, la primera gran retrospectiva que se realiza (tanto en Europa como en Estados Unidos) de la obra de la artista Nancy Spero, pionera del arte feminista que fue, además, una figura fundamental en la escena contestataria de los años sesenta y setenta. 

Releyendo a Jane Austen (2)

Autor: Diana
Fecha: 20 Feb 2007
Si bien puede que no sea el primer personaje femenino moderno -no los conozco todos, claro está- sin duda fue de los primeros. La novela fue escrita a principios del siglo XIX y Elizabeth es, sin duda, el personaje más completo de todos. ¿Por qué moderno? Para empezar, [b]rompe todos los estereotipos que habían puesto sobre el tapete la mayoría de los personajes “mujeres” en la literatura[/b]. (…)

[b]Elizabeth Bennet y el moderno personaje femenino.[/b]

Tras el post anterior -Releyendo a Jane Austen (1)- y después de un deprimente repaso a lo que han sido los personajes femeninos en siglos de literatura (en mi blog), llegamos a Elizabeth Bennet, protagonista de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen.

Si bien puede que no sea el primer personaje femenino moderno -no los conozco todos, claro está- sin duda fue de los primeros. La novela fue escrita a principios del siglo XIX y Elizabeth es, sin duda, el personaje más completo de todos. ¿Por qué moderno? Para empezar, [b]rompe todos los estereotipos que habían puesto sobre el tapete la mayoría de los personajes “mujeres” en la literatura[/b]. Ante todo, lo que destaca de Elizabeth, es, sin duda, [b]su inteligencia y su agudo ingenio [/b]que demuestra en cada diálogo.

Como prometía en el post anterior, extraigo como ejemplos trozos de diálogos de la novela.

([b]Extracto del capítulo 6[/b]; En un baile del capítulo 3, Darcy ha rechazado bailar con Elizabeth, y ahora un vecino -Sir William- insiste a Darcy para que invite a una Elizabeth aún molesta por la afrenta anterior)

[i]-Señor Darcy, permítame que le presente a esta joven como excelente pareja de baile. no podrá usted negarse, estoy seguro, teniendo delante tanta belleza -y, tomando su mano, Sir William se la habría cedido al señor Darcy (quien, aunque extraordinariamente sorprendido, la había aceptado) de no ser porque ella retrocedió de inmediato.

-Perdóneme, pero no tengo la menor intención de bailar -le dijo a Sir William, algo incómoda- Le ruego que no suponga que he venido en esta dirección con intención de buscar pareja.

El señor Darcy, con gran dignidad y corrección, pidió que se le concediera el honor de su mano; pero fue inútil. Elizabeth se mantuvo firme en su negativa, y tampoco bastaron para convencerla los esfuerzos de Sir William.

-Baila usted tan bien, señorita Elizabeth, que es una crueldad negarme el placer de verla; y si bien a este caballero no le gusta en general esta diversión, no pondrá ningún inconveniente, estoy seguro, a complacernos por espacio de media hora.

-El señor Darcy es un dechado de cortesía- dijo Elizabeth sonriendo.[/i]

Sí, ironía. Toda la que Jane Austen es capaz de imaginar -y es una maestra- escapa por boca de Elizabeth. ¿Decía antes que Elizabeth destacaba por su inteligencia? Sí, y por su personalidad: decidida, irónica, orgullosa. [b]De hecho es muy posible que sea el primer personaje femenino que enamora a un hombre en una obra literaria, no gracias a su belleza, sino a su inteligencia.[/b]

Antes de tener esta breve conversación con Elizabeth, esto era lo que Darcy opinaba de ella:

[b](Capítulo 3)[/b]

[i]-Exactamente detrás de ti-(le decía a Darcy su amigo Bingley)- está sentada una de las hermanas de Jane, que es también muy hermosa, y me atrevería a decir que muy simpática. Déjame que le diga a Jane que os presente.

-¿A quién te refieres?-volviéndose, el señor Darcy contempló por un momento a Elizabeth, hasta que, al tropezar con su mirada, apartó la vista y dijo con frialdad- No me parece mal, pero no es lo bastante guapa para tentarme.[/i]

Y justo unos momentos después del encontronazo anterior (cuando Elizabeth le rechaza con tanta ironía), la reacción de Darcy es: (hablando con la Srta Bingley):

[b](Capítulo 6)[/b][i]

– … me ocupaba de cosas mucho más agradables. He estado meditando sobre el gran placer que pueden proporcionar unos ojos hermosos en el rostro de una mujer bonita.

La señorita bingley alzó la vista, rogándole que le dijera qué dama le había inspirado tales reflexiones.

-La señorita Elizabeth Bennet.[/i]

Más aún llama su atención, cuando pasan unos días en la misma casa[b]. Elizabeth tiene opiniones propias respecto a cualquier tema y -lo que es más sorprendente- las hace públicas[/b] (con educación y respeto) en cualquier ocasión. Incluso si contravienen a personas de rango o clase social superior. Hasta el extremo de tomarles el pelo (cosa inimaginable para otras mujeres, como la srta Bingley)

([b]Capítulo 11[/b]: después de que Darcy dice que se va a quedar sentado para contemplar a Elizabeth y a la Srta bingley mientras ellas dan un paseo)

[i]-¡Qué vergüenza, señor Darcy! -exclamó la srta Bingley- Nunca he escuchado nada tan abominable ¿Cómo le castigaremos por semejantes palabras?

-Nada más fácil -dijo Elizabeth- Tómele el pelo, ríase de él. Puesto que son amigos íntimos, debe usted saber cómo se hace.

-Le aseguro que no lo sé. Nuestra intimidad no me ha enseñado eso. (…)[/i]
[i]- En cuanto a reírnos, será mejor no ponernos en evidencia tratando de hacerlo sin éxito. El señor Darcy podría felicitarse por ello.

-¡No reírse del Señor Darcy! -exclamó Elizabeth- Privilegio sin duda poco frecuente y espero que siga siéndolo, porque consederaría una gran pérdida tener muchos conocidos que lo reclamaran. Me encanta reír.

(…)

-Siempre me he esforzado -dijo Darcy- por evitar las debilidades que a menudo exponen al ridículo a una persona inteligente.

-Como la vanidad y el orgullo- añadió Elizabeth.

-Sí, la vanidad sin duda es un defecto. Pero el orgullo… si realmente existe inteligencia, el orgullo estará siempre bajo control.

Elizabeth se volvió para esconder una sonrisa[/i]

Además, el pesonaje [b]manifiesta signos de independencia frente a la sociedad y a sus padres[/b], negándose a algo tan habitual en aquella época como aceptar una oferta de matrimonio de alguien que está en una buena posición social (el viscoso señor Collins):
[b]
(Capítulo 19)[/b]

[i]-Va usted demasiado deprisa, señor mío- exclamó Elizabeth- Olvida que no le he respondido aún. Permítame hacerlo sin mayor dilación. Acepte mi agradecimiento por el cumplido que me hace. me doy cuenta del honor que supone su ofrecimiento, pero me es imposible aceptarlo.

-Ya había llegado a mi conocimiento- replicó el señor collins, con un ceremon ioso ademán- que es habitual entre las jóvenes rechazar la petición del hombre al que, en secreto, se proponen aceptar; y a veces la negativa se repite una segunda y una tercera vez. En consecuencia, no me siento en absoluto desalentado por lo que acaba usted de decirme, y espero llevarla al altar en poco tiempo.

-Le aseguó señor mío- dijo Elizabeth- que su esperanza está desprovista de todo fundamento. Créame si le digo que no soy una de esas jóvenes (si es que existen) que tienen el atrevimiento de poner en peligro su felicidad por darse el gusto de recibir una segunda declaración. Mi negativa es totalmente sincera.[/i]

[b]Elizabeth se enfrenta a las convenciones sociales de la época, lo hace con elegancia y con decisión[/b], muestra su inteligencia y su opinión -es cabezota algunas veces- sea cual sea el escenario y los acompañantes. Por eso, me hace gracia que críticos actuales, como el muy encumbrado [i]Harold Bloom[/i] alaben que Jane Austen “no sea feminista”, y que se limite a describir las situaciones, en lugar de “hacer un libelo” en pro de la igualdad de la mujer, como “las feministas actuales” (”Cómo leer y por qué”).

Para ser tan inteligente en algunos aspectos, el señor Bloom parece singularmente obtuso para otros. Cada época tiene sus propias reivindicaciones y sus formas de expresarse… Cuando “Orgullo y Prejuicio” fue escrito, faltaba más de medio siglo para que se publicara la primera “Reivindicación de los derechos de la mujer”, y siglo y medio para que se empezara a pedir el voto femenino.

Sin duda hubiera quedado terriblemente fuera de lugar que, por ejemplo, a Elizabeth Bennet le diera por prender fuego a su corsé para manifestar su opinión sobre el matrimonio concertado.

Elizabeth protesta -y, por boca de ella, Jane Austen- como puede hacerlo; no olvidemos que, además, se supone que pretende que le publiquen el libro. Y, aún así, todo el carácter de Elizabeth, todo lo que le va ocurriendo, es una calmada protesta. Y las hay más directas: desde el comienzo de la novela se habla de que la hacienda donde viven los Bennet -la familia protagonista- está “vinculada” a un descendiente masculino; es decir, [b]sólo un hombre puede heredarla [/b](era muy común en aquella época).

Los Bennet han tenido cinco hijas… por eso, la sra Bennet llega a decir:

[b](Capítulo 23)[/b]

[i]- (…) ¿cómo cabe en la conciencia de nadie vincular una propiedad, arrebatándosela a una de sus propias hijas? No me cabe en la cabeza[/i]

Y, más adelante, la poderosa y arrogante Lady Catherine De Bourgh:

[b](Capítulo 29)[/b]

[i]- (…) En general, no veo motivo alguno para vincular propiedades prescindiendo de la línea femenina. En la familia De Bourgh nunca se ha creído necesario.[/i]

Si eso no es una protesta, baje Jane y lo vea.

[b]Diana P. Morales[/b]
[url]http://www.portaldelescritor.com/blog[/url]

Nace la Comunidad de Bubok

Bubok, el servicio de auto-publicación online, ha lanzado la Comunidad de Bubok, una plataforma que permite establecer una comunicación directa entre los usuarios del servicio, tanto privadamente,  a través de mensajes enviados a la página personal de cada usuario,  como de forma abierta por medio de foros de participación. Aunque la auto-publicación es una formula prácticada por numerosas editoriales, lo

ENEIDA MARTA, LA VOZ DE ÁFRICA

Autor: gloria
Fecha: 16 Jul 2007
Empezó a cantar desde muy pequeña gracias a su padre, artista de origen angoleño. Más tarde, emigró hacia Portugal donde frecuentó aulas de canto y se presentó a numerosos concursos para promocionarse y abrirse camino.

Juca Delgado, uno de los más importantes productores de música africana en Portugal, apostó por ella. Después de algunas colaboraciones en discos con artistas del momento (como Don Kinas y Rui Sangara entre otros) donde fue Eneida Marta fue ganando experiencia, produjo su primer disco en solitario: “Nô Storia” (Nuestra historia) que fue acogido favorablemente por el público y por los medios de comunicación.

Su segundo trabajo, “Amari” (Amor de mi vida), un maxi-single donde rinde homenaje a la música de Guinea Bissau y Cabo Verde, cantando en árabe, le valió el reconocimiento internacional y Eneida Marta se convirtió en una nueva referencia musical.

Aunque desde sus inicios ha estado presente en numerosos escenarios europeos y medios de comunicación internacionales, su primera gran gira europea en solitario se inició a raíz de la presentación de su tercer disco “Lôpe Kai”, en enero del 2006.

Eneida Marta, artista polifacética que desde sus inicios ha colaborado en gran número de álbumes recopilatorios de distinta índole, explora una gran variedad de estilos musicales: Gumbe, Morna, Singa, toques flamencos, matices de Gospel y Jazz, todo envuelto en un erotismo pleno.

En junio del 2005 ganó un concurso en Portugal con la canción “Mindjer Dulce Mel” (Mujer Dulce Miel), situándose en primera posición dentro de la categoría de “World Music. Ese fue también su primer videoclip:

[youtube]ZFWwuNoFR9U[/youtube]

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