En los últimos años las operaciones de aumento de pecho se han convertido en algo muy exigente. Muy atrás quedan los tiempos en los que el tamaño importaba “sobre todas las cosas”. La tendencia es lograr aumentos proporcionados, prestando atención a la seguridad ante todo de cada paciente.
Una mamoplastia por vía axilar es una de las técnicas que se usan para estos aumentos. En este caso, la cicatriz, que es una de las mayores preocupaciones de muchas mujeres, aparece en la zona axilar, lejos de la vista. Esta técnica tiene una mínima influencia en mamografías o en la futura leche materna, lo que la convierte en una técnica muy demandada, por lo que si piensas en hacerte una mamoplastia axilar en Madrid, infórmate aquí.
Ventajas de la cirugía axilar
La ventaja principal es que la cicatriz queda escondida bajo la axila. Además, con el tiempo es casi invisible, lo que hace que esta sea la cirugía preferida por muchas personas y por lo que se está optando actualmente.
También existe una mayor libertad de elección del tipo de prótesis por parte del paciente y los médicos pueden controlar mejor el sangrado durante la intervención, así no hay posibilidades de hematomas.
En esta técnica, los médicos pueden usar técnicas de disección atraumática, algo que disminuye el dolor que puede surgir después de la operación.
En qué consiste la cirugía axilar
El proceso consiste en una incisión en la axila, se aprovecha alguna zona o pliegue. Esto también ayuda a que no haya que abrir en zonas visibles, con la consecuente cicatriz que suele salir. Esta técnica también ayuda y se aplica en reconstrucciones mamarias.
El cirujano puede acceder de forma directa al plano retropectoral, y eso hace que se respete totalmente la glándula mamaria. Se hace una pequeña incisión de unos 4 cm en plena axila. Después se introducen los implantes mediante el “embudo Keller”, que es un pequeño dispositivo diseñado para aplicar los implantes de silicona permitiendo a los médicos no tocar durante la intervención.
Otra ventaja es que el tiempo de intervención suele ser muy corto, lo que les lleva a muchas de ellas a preguntarse si ya está, porque les ha parecido poco tiempo.
Cómo abordar la implantación
El día de la cirugía siempre es un día de muchos nervios, es posible que vuelvan muchas de las dudas que suelen surgir en los primeros encuentros con el médico. Pero es necesario tener en cuenta los aspectos relativos a la seguridad, que en este tipo de operaciones se tiene muy en cuenta.
No tengas miedo de consultarlas todas en cada momento que necesites, el médico y su equipo de trabajo están no solo para hacer la operación, sino también para explicarte y disipar todas tus dudas.
Al día siguiente
Al día siguiente se retiran los drenajes y vendajes a la paciente. A veces es bueno tomar algún analgésico para el dolor durante las primeras horas. A las 4 semanas se empiezan a notar los efectos al ir desapareciendo la hinchazón, aunque debes tener en cuenta que la constatación de los resultados estéticos se van a notar a partir del año.
En conclusión, podemos decir que es una técnica muy segura, y con muchas ventajas desde el punto de vista de la seguridad y la poca intervención que ayuda a no tener problemas posteriores en la zona. Además, el hecho de no verse casi la cicatriz es lo que termina de convencer a mucha gente para buscar y decantarse por esta técnica.
Es importante que tengas en cuenta lo que quieres, pero también que sepas que este va a ser un proceso largo donde los resultados van a llegar poco a poco.